La función del
caballo consiste en la transmisión del calor corporal del caballo al cuerpo del
paciente, la transmisión de impulsos rítmicos y la transmisión de un patrón de
locomoción similar al de la marcha.La elección del caballo para la terapia no
es cosa fácil, pues se debe tener en cuenta y evaluar tanto sus características
físicas como su carácter y comportamiento para la exitosa realización de ésta.
- Características físicas
Si el
perímetro torácico es menor de 2,12
m, genera en los pacientes un mayor desplazamiento vertical en su
columna y una mayor inclinación lateral, por lo que el paciente trabajará
más sus músculos al hacer un mayor esfuerzo al enderezarse.
Los caballos que realizan más de 85 pasos por minuto, generan en los
pacientes un mayor desplazamiento vertical y horizontal y por tanto una
adecuada y más pronta recuperación.
La altura del caballo debe estar entre 1m y 1,70 m.
- Carácter y comportamiento:
-Debe ser sumiso, tranquilo, dócil… y que demuestre sensibilidad a la ayuda
del jinete.
-Tratar de eliminar
el temor natural que posee el caballo.
-Debe tolerar el ruido y los movimientos bruscos que pueda realizar la
persona que esté encima de él y habituado a los objetos de la
terapia.
-Debe mantenerse quieto cuando suba y baje el jinete.
-Debe tolerar bien el contacto con la piel, la presencia de varias personas
a su lado o animales domésticos.
Para el entrenamiento de un caballo de terapia hay que dedicar muchas
horas, no sólo para que el caballo se habitúe a todo aquello que se pueda
realizar en terapia, sino también para que se acostumbre a los terapeutas y se
genere un vínculo de confianza entre caballo y terapeuta. A pesar de ello, es
un trabajo muy recompensado y disfrutado.

No hay comentarios:
Publicar un comentario