La equinoterapia es una terapia que utiliza el caballo como
instrumento terapéutico y está dirigida a la rehabilitación –física y
psicológica– de niños y adultos por medio del caballo, y contribuyen a mejorar
el desarrollo de las personas con discapacidad y con necesidades especiales. La monta a caballo trata disfunciones psicomotoras, sensomotoras y sociomotoras.
HISTORIA:
Desde la antigüedad los griegos aconsejaban la práctica de la equitación con el fin de
mejorar el estado anímico de los enfermos incurables. Hipócrates, (460 a.C.) ya hablaba del saludable trote de los caballos y lo recomendaba para pacientes con
patologías incurables para mejorar su estado de ánimo.
En el siglo XVII, la medicina utilizaba la equitación como
método para combatir la gota, enfermedad que por entonces causaba auténticos
estragos.
En 1875, el que el
neurólogo francés Chassiagnac descubrió que el movimiento de este animal mejora el
equilibrio, el movimiento articular y el control muscular de los pacientes concluyendo que montar a caballo mejoraba el estado de
ánimo y que era particularmente beneficioso para los parapléjicos y pacientes
con trastornos neurológicos.
En México en 1969, Rogelio Hernández Huerta (preparador físico en el Centro Deportivo
Olímpico Mexicano) fue el pionero en esta terapia aunque era diferente a la que se usa hoy en día.
A partir de los
años 50 y 60, en Alemania se empezó a experimentar con el método que en nuestros días se utiliza,
basado principalmente en el establecimiento de una relación directa entre el
movimiento del caballo y la respuesta del paciente.
Se divide en tres áreas:
- PSICOTERAPIA ASISTIDA CON CABALLOS
(P.A.C.):
Técnica
terapéutica y educacional que aprovecha el instinto natural de los caballos y
sus hábitos, en el marco del entorno natural en el que habitan, para realizar
una intervención social y emocional sobre el paciente. El animal se convierte
así en la herramienta del proceso terapéutico.
Los caballos son seres vivos muy
receptivos y sensibles con una gran capacidad para percibir conductas, estados
de ánimo y signos que resultan casi imperceptibles para el ser humano; son
expertos en el lenguaje no verbal y, de hecho, y aunque la
mayoría de las personas no nos demos cuenta, se comunican con nosotros
constantemente y nos leen como si fuéramos libros abiertos.
Los caballos tienen un movimiento muy parecido al
hombre al caminar. La hipoterapia consiste en aprovechar este movimiento del caballo, su calor corporal e impulsos rítmicos para ayudar a personas que padecen algún problema psíquico, como el autismo, el síndrome de Down, el Parkinson, la esclerosis múltiple y las parálisis. El movimiento del animal favorece el equilibrio, el control
de los músculos, el funcionamiento de sus articulaciones y la coordinación de los pacientes mejorando
además la autoestima (sobre todo en los niños).
Dentro de la hipoterapia se emplean dos métodos:
•Terapia Pasiva: el paciente se adapta pasivamente al movimiento del caballo sin ninguna acción por su parte, aprovechando el calor corporal, los impulsos rítmicos y el patrón tridimensional del caballo. Se utiliza el “ back riding”, técnica donde el terapeuta se sienta detrás del paciente para dar apoyo y alinearlo durante la monta.
•Terapia Activa: se añade a la adaptación pasiva la realización de ejercicios neuromusculares para estimular en mayor grado la normalización del tono muscular, el equilibrio, la coordinación psicomotriz y la simetría corporal y ejercicios de estimulación neurosensorial para incrementar la sinapsis neuronal y la plasticidad cerebral.
La hipoterapia ha demostrado en numerosas
ocasiones sus resultados positivos: niños autistas, incapaces de mostrar afecto
hacia sus seres más allegados, son capaces de abrazar a su caballo; jóvenes en
silla de ruedas han logrado caminar; niños hiperactivos logran alcanzar estados
de relajación... son algunos de los “milagros” que el trote de un caballo puede
llegar a conseguir.
Las personas que van adquiriendo mayor
dominio de su cuerpo y pueden dominar al caballo, comienzan a trabajar en esta
área.
La equitación como deporte dará a personas con cierta discapacidad física y
funcional la oportunidad de integrarse plenamente a la vida deportiva.
Las terapias asistidas por caballos se consideran como
medicina complementaria ya que se recomiendan además de cualquier otra terapia
y son supervisadas por médicos en las diferentes especialidades. Como terapia
para que se obtengan óptimos resultados es necesario la constancia y una
continua valoración médica para programar los ejercicios que el especialista
recomienda.