jueves, 10 de marzo de 2016

La crisis y la hípica; la cara oscura de la moneda

Alrededor de un caballo hay muchos puestos de trabajo, desde herradores, jinetes, mozos de cuadra, dentistas y veterinarios hasta ganaderos, productores de piensos, hierba, material deportivo... Un caballos con buenas aptitudes para el deporte puede valer suficiente dinero para pagar los sueldos de todos esos trabajadores, su mantenimiento y un gran beneficio.

Hace un par de décadas, la venta de caballos era un gran negocio en el que prestigiosas yeguadas y otras menores vendían muy buenos caballos, en especial PRE (pura raza española) con buena doma y a un precio razonable. Y la gente pagaba por ellos, en algunos casos por capricho (por tener un buen caballo y bonito que luego ni montaban, pero los mantenían en pupilaje y recibían los cuidados apropiados).

Pero la compra-venta de estos animales ha disminuido drásticamente lo que ha llevado a muchas yeguadas a dejar la cría y dedicarse al pupilaje o a dar clases vendiendo los sementales y yeguas de cría que no producían beneficios suficientes. Un familiar un poco lejano, que lleva toda la vida criando caballos puros españoles, nos contó que habían vendido la mayoría de las yeguas y mantenían 4 por ser las mejores pero que esta temporada no iban a criar ya que los potros no se venden "si ahora se vende algo es con buena doma y listo para montar".

Se regalan caballos o se venden por precio muy inferior a su valor ya que los dueños o no los pueden mantener  o deciden reducir costes y en los peores casos los abandonan en una finca a que se alimenten de la poca hierba que pueda crecer, sin un techo para cobijarse  y pasan años desde la última vez que se les recortaron los cascos, hasta que ya no pueden andar (esto último lo he visto en persona, una yegua abandonada en un corral entre vacas que casi no podía moverse).

La élite de la hípica también se ha visto afectada, tenemos muy buenos caballos pero los compran extranjeros; y también tenemos muy buenos jinetes, pero éstos se ven obligados a irse fuera por la pocas ayudas que reciben en España.

Aquí la hípica es un deporte que no vende demasiado al contrario que en otros países como por ejemplo Francia donde la hípica supone unos de los mayores ingresos del país. Por otro lado, la crisis económica ha alejado a mucha gente de este mundo. No hay demasiados patrocinadores por lo que cada vez se organizan menos competiciones y más caras para los jinetes.

sábado, 5 de marzo de 2016

Elitismo en la hípica

¿Es la hípica un deporte elitista? Pues depende de a qué te refieras, la equitación como deporte de fin de semana es asequible a casi todos los bolsillos. Montar un caballo en un centro hípico y/o dar paseos no es más caro que un club de tenis, de baloncesto o de natación.

Mantener un caballo propio en un club es caro, pero no es necesario para disfrutar de este deporte, hay caballos de escuela, gente que comparte gastos, caballos en alquiler… Otra solución, si tienes una parcela, sería ocuparte tú mismo de cuidarle todos los días, lo que reduce mucho el presupuesto. La última solución requiere mucho esfuerzo, pero estos animales te lo recompensan todos los días.

En cuanto al equipo, lo básico (botas, casco, pantalón…) te puede salir por menos de 100€.



Por  otro lado, evidentemente competir en un nivel importante, supone un gran desembolso económico.

En especial, la disciplina de salto es la más elitista. Entre los gastos básicos del salto están la compra de más de un caballo, pues si el único del que se dispone se lesiona, hay que salir a la pista con otro de reserva. El alto precio del material y accesorios ecuestres, además del mantenimiento (alojamiento, alimentación, servicios de veterinario y herrador) del caballo. Y por supuesto, el elevado coste de inscripción para acceder a ciertas competiciones, a lo que hay que añadir el desplazamiento y transporte de los caballos.
Es por este motivo, que los deportistas visibles en esta disciplina son suelen ser hijos de políticos, empresarios, o deportistas reconocidos.

Personajes como la infanta Elena, Cayetano Martínez de Irujo o Susana García Cereceda ponen de manifiesto que este no es un hobby para todos los bolsillos. “Es un mundo muy injusto donde al final gana el que tiene más dinero y, por ende, el mejor caballo”.

“Es un deporte elitista, en el cual la gran mayoría de las veces es más importante lo económico que el talento del jinete ya que el caballo supone un gran porcentaje de cara a la victoria. Un jinete con poco talento y un caballo muy bueno puede ganar a un buen jinete con un caballo malo. Al final es todo un tema económico, con más talento es más fácil mantenerse pero al final la clave para el éxito es tener buenos caballos por lo tanto, medios económicos.” Afirma Fidel Dávila García, un jinete asturiano de salto de obstáculos de 28 años en una entrevista realizada por Alba Gr. Mateos.

El Club de Campo, uno de los recintos hípicos más populares de Madrid, exige una fianza de 2.500 euros para poder montar allí los caballos, a lo que hay que sumarle unos 800 euros en concepto de mantenimiento. Unos precios privativos para muchos que hacen de la hípica un deporte minoritario.

A continuación y para demostrar el elitismo en el salto de obstáculos os pongo algunos ejemplos de jinetes, su posición en el Rk nacional sus logros y porqué están oscilando esos puestos, quiénes son.