Alrededor de un caballo hay muchos puestos de trabajo, desde herradores, jinetes, mozos de cuadra, dentistas y veterinarios hasta ganaderos, productores de piensos, hierba, material deportivo... Un caballos con buenas aptitudes para el deporte puede valer suficiente dinero para pagar los sueldos de todos esos trabajadores, su mantenimiento y un gran beneficio.

Hace un par de décadas, la venta de caballos era un gran negocio en el que prestigiosas yeguadas y otras menores vendían muy buenos caballos, en especial PRE (pura raza española) con buena doma y a un precio razonable. Y la gente pagaba por ellos, en algunos casos por capricho (por tener un buen caballo y bonito que luego ni montaban, pero los mantenían en pupilaje y recibían los cuidados apropiados).
Pero la compra-venta de estos animales ha disminuido drásticamente lo que ha llevado a muchas yeguadas a dejar la cría y dedicarse al pupilaje o a dar clases vendiendo los sementales y yeguas de cría que no producían beneficios suficientes. Un familiar un poco lejano, que lleva toda la vida criando caballos puros españoles, nos contó que habían vendido la mayoría de las yeguas y mantenían 4 por ser las mejores pero que esta temporada no iban a criar ya que los potros no se venden "si ahora se vende algo es con buena doma y listo para montar".

Se regalan caballos o se venden por precio muy inferior a su valor ya que los dueños o no los pueden mantener o deciden reducir costes y en los peores casos los abandonan en una finca a que se alimenten de la poca hierba que pueda crecer, sin un techo para cobijarse y pasan años desde la última vez que se les recortaron los cascos, hasta que ya no pueden andar (esto último lo he visto en persona, una yegua abandonada en un corral entre vacas que casi no podía moverse).

La élite de la hípica también se ha visto afectada, tenemos muy buenos caballos pero los compran extranjeros; y también tenemos muy buenos jinetes, pero éstos se ven obligados a irse fuera por la pocas ayudas que reciben en España.
Aquí la hípica es un deporte que no vende demasiado al contrario que en otros países como por ejemplo Francia donde la hípica supone unos de los mayores ingresos del país. Por otro lado, la crisis económica ha alejado a mucha gente de este mundo. No hay demasiados patrocinadores por lo que cada vez se organizan menos competiciones y más caras para los jinetes.


